El taller de fotografía no tiene por qué ser concebido exclusivamente como un espacio físico, sino más bien como marco de referencia, como modelo teórico que puede ser compartido por diferentes profesores y alumnos del centro. Con esto no queremos rechazar la ubicación del taller en un lugar concreto. Sin embargo, hay que desprenderse ya de la concepción tradicional que ha asociado el empleo de los medios audiovisuales en los centros, como obligatoriamente vinculado a unos compartimentos (normalmente blindados), donde sólo era posible emplear los medios. Una organización espacial y temporal más flexible permite otras alternativas más creativas y menos uniformes. Los medios han de entrar en las aulas, en función de una planificación previa que no debe supeditarse exclusivamente a ciertos espacios.
Captura todos esos buenos momentos :)
martes, 10 de enero de 2012
Taller de fotografía
El taller de fotografía ha de entenderse como elemento aglutinador de todas las actividades previas y como módulo activo y creador vinculado a todas las materias, para ofrecer el lenguaje visual como auxiliar didáctico, como objeto de estudio en sí mismo y especialmente como técnica creativa de trabajo en el aula.
El taller de fotografía no tiene por qué ser concebido exclusivamente como un espacio físico, sino más bien como marco de referencia, como modelo teórico que puede ser compartido por diferentes profesores y alumnos del centro. Con esto no queremos rechazar la ubicación del taller en un lugar concreto. Sin embargo, hay que desprenderse ya de la concepción tradicional que ha asociado el empleo de los medios audiovisuales en los centros, como obligatoriamente vinculado a unos compartimentos (normalmente blindados), donde sólo era posible emplear los medios. Una organización espacial y temporal más flexible permite otras alternativas más creativas y menos uniformes. Los medios han de entrar en las aulas, en función de una planificación previa que no debe supeditarse exclusivamente a ciertos espacios.
El taller de fotografía no tiene por qué ser concebido exclusivamente como un espacio físico, sino más bien como marco de referencia, como modelo teórico que puede ser compartido por diferentes profesores y alumnos del centro. Con esto no queremos rechazar la ubicación del taller en un lugar concreto. Sin embargo, hay que desprenderse ya de la concepción tradicional que ha asociado el empleo de los medios audiovisuales en los centros, como obligatoriamente vinculado a unos compartimentos (normalmente blindados), donde sólo era posible emplear los medios. Una organización espacial y temporal más flexible permite otras alternativas más creativas y menos uniformes. Los medios han de entrar en las aulas, en función de una planificación previa que no debe supeditarse exclusivamente a ciertos espacios.
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